miércoles, 29 de febrero de 2012

El sistema criculatorio urbano



El sistema viario de las urbes, muchas veces ha sido comparado con el sistema circulatorio humano.   Las arterias, venas y capilares, equivalen a las vías arteriales, vías  colectoras y calles locales por donde circula la sangre para el caso de los humanos y circulan las personas en el caso de las ciudades.   

Depende del modo de vida que lleve el humano su sistema circulatorio será saludable y no presentará mayores problemas.  Una persona que tiene una dieta saludable y   tiene una vida activa y poco sedentaria tiene mayores probabilidades de tener una vida sana.   Una de las preocupaciones  mayores de la Organización Mundial de la Salud en los últimos años, es justamente el modo de vida  actual de los ciudadanosurbanos.  Comida chatarra y
sedentarismos  son las causas de  muchas enfermedades cardiovasculares y de otras como la diabetes y la obesidad.   

De la misma manera, haciendo una analogía  entre el cuerpo humano y la ciudad,  podríamos decir que nuestro sistema circulatorio  urbano tiene muchas complicaciones por la forma de vida que llevamos.     Exceso de autos circulando provoca graves congestionamientos, problemas con la calidad del aire, ruido, estrés, por mencionar solo los más directos y evidentes. 

En el caso de los humanos, el exceso de colesterol y triglicéridos en la sangre puede producir la obstrucción de arterias, conocida como arterioesclerosis y problemas  en la circulación sanguínea.    En el caso de la ciudad, el exceso de vehículos circulando produce la obstrucción de arterias las que comúnmente las conocemos como embotellamientos, trancones  o congestión vehicular.   Un buen médico,   le recomendará al paciente una dieta saludable, con pocas grasas animales,  y realizar actividad física,  como caminar por lo menos 30 minutos al día para reducir sus niveles de colesterol y triglicéridos que provocan la obstrucción de las arterias.  Si el caso es más grave se le recomendará algunos medicamentos que ayuden a disolver la cantidad de material graso que está complicando las arterias y como medida última se podría llegar a practicar una cirugía de revascularización coronaria, la cual  crea una nueva ruta, llamada derivación (bypass), para que la sangre y el oxígeno lleguen al corazón.  Sin embargo, si el paciente no cambia su estilo de vida, su forma de alimentarse sigue la misma y  lleva una vida sedentaria sin quemar calorías, podrán colocarle  otro bypass que su colapso será inminente. 

De la misma forma hay que actuar  con la ciudad si se quiere tener una cura a los problemas circulatorios urbanos.     La sangre circulando equivale a las personas circulando, el colesterol malo y los triglicéridos equivalen a los autos, veamos por qué.    Las personas necesitan moverse  por la ciudad  y realizar sus actividades que le dan vida a la urbe de la misma forma que la sangre lleva los nutrientes a las células y mantienen la vida del humano.  Para
circular hay que ver las formas que menos conflictos ocasionen al sistema circulatorio.  Un buen plan de movilidad que evite que exista exceso de autos circulando, equivale a una dieta saludable que evite los alimentos grasos que hagan que aumenten la cantidad de triglicéridos y colesterol que son los que obstruyen las arterias.    Cambiar nuestros hábitos alimenticios equivale a cambiar nuestros hábitos de movilidad.   Motivar a que las personas utilicen el sistema de transporte masivo y colectivo, incentivar la caminata y el uso de la bici  y desestimular el uso del auto  son
los equivalentes a una dieta saludable. Y la dieta más saludable desde todo punto de vista sin lugar a dudas es pensar en la ciudad para que sea configurada de tal manera,  que las personas podamos caminar para realizar  la mayor parte de nuestras actividades.

Y para los que piensan que el problema de la congestión se resuelve aumentando vías,  convénzanse definitivamente que el aumento de vías tan solo hace que se incentive en mayor forma el uso del automóvil.  Son el equivalente  a tomar  una droga que le  alivia al paciente momentáneamente los síntomas, pero al rato, si no cambia los  hábitos
que le producen el mal,   los problemas vuelven con más fuerza, y si aumentamos la dosis empezamos a complicar otros órganos y vienen más complicaciones.     El hacer nuevas vías también podría compararse a  realizar  una cirugía de revascularización coronaria, hacer un  bypass,  que para el caso del enfermo, se la  debería utilizar como último recurso cuando ya no hay otro solución,  el cual no servirá de nada si el paciente no cambio sus hábitos de vida.   

Para el caso de nuestra urbe, todavía estamos a tiempo de cambiar de dieta y el estilo de vida. Les corresponde  a las
autoridades impulsar un plan para reducir el uso irracional del automóvil y seguir los pasos necesarios para una movilidad sostenible y nos corresponde  a los ciudadanos comenzar a cambiar nuestros hábitos de movilidad. Si no lo hacemos, podremos aumentar más y más vías que el  colapso será inminente.     http://www.peatones.org/index.php?option=com_content&view=article&id=136:siete-pasos-para-solucionar-el-problema-de-la-movilidad-en-quito&catid=61:articulos-de-interes&Itemid=83

O como dice  Peñalosa.   El tratar de solucionar el problema de la movilidad aumentando vías, es como querer curar  la obesidad aflojando el cinturón.  



Diego Hurtado Vásquez                                                                           
Asociación de Peatones de Quito

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