El sistema viario de las urbes, muchas veces ha sido comparado con el
sistema circulatorio humano. Las arterias, venas y capilares,
equivalen a las vías arteriales, vías colectoras y calles locales por
donde circula la sangre para el caso de los humanos y circulan las
personas en el caso de las ciudades.
Depende del
modo de vida que lleve el humano su sistema circulatorio será saludable
y no presentará mayores problemas. Una persona que tiene una dieta
saludable y tiene una vida activa y poco sedentaria tiene mayores
probabilidades de tener una vida sana. Una de las preocupaciones
mayores de la Organización Mundial de la Salud en los últimos años, es
justamente el modo de vida actual de los ciudadanosurbanos. Comida
chatarra y
sedentarismos son las causas de muchas enfermedades cardiovasculares y de otras como la diabetes y la obesidad.
De
la misma manera, haciendo una analogía entre el cuerpo humano y la
ciudad, podríamos decir que nuestro sistema circulatorio urbano tiene
muchas complicaciones por la forma de vida que llevamos. Exceso de
autos circulando provoca graves congestionamientos, problemas con la
calidad del aire, ruido, estrés, por mencionar solo los más directos y
evidentes.
En el caso de los humanos, el exceso de
colesterol y triglicéridos en la sangre puede producir la obstrucción
de arterias, conocida como arterioesclerosis y problemas en la
circulación sanguínea. En el caso de la ciudad, el exceso de
vehículos circulando produce la obstrucción de arterias las que
comúnmente las conocemos como embotellamientos, trancones o congestión
vehicular. Un buen médico, le recomendará al paciente una dieta
saludable, con pocas grasas animales, y realizar actividad física,
como caminar por lo menos 30 minutos al día para reducir sus niveles de
colesterol y triglicéridos que provocan la obstrucción de las
arterias. Si el caso es más grave se le recomendará algunos
medicamentos que ayuden a disolver la cantidad de material graso que
está complicando las arterias y como medida última se podría llegar a
practicar una cirugía de revascularización coronaria, la cual crea una
nueva ruta, llamada derivación (bypass), para que la sangre y
el oxígeno lleguen al corazón. Sin embargo, si el paciente no cambia su
estilo de vida, su forma de alimentarse sigue la misma y lleva una
vida sedentaria sin quemar calorías, podrán colocarle otro bypass que
su colapso será inminente.
De la misma forma hay
que actuar con la ciudad si se quiere tener una cura a los problemas
circulatorios urbanos. La sangre circulando equivale a las personas
circulando, el colesterol malo y los triglicéridos equivalen a los
autos, veamos por qué. Las personas necesitan moverse por la ciudad
y realizar sus actividades que le dan vida a la urbe de la misma forma
que la sangre lleva los nutrientes a las células y mantienen la vida del
humano. Para
circular hay que ver las formas que menos
conflictos ocasionen al sistema circulatorio. Un buen plan de movilidad
que evite que exista exceso de autos circulando, equivale a una dieta
saludable que evite los alimentos grasos que hagan que aumenten la
cantidad de triglicéridos y colesterol que son los que obstruyen las
arterias. Cambiar nuestros hábitos alimenticios equivale a cambiar
nuestros hábitos de movilidad. Motivar a que las personas utilicen el
sistema de transporte masivo y colectivo, incentivar la caminata y el
uso de la bici y desestimular el uso del auto son
los equivalentes a
una dieta saludable. Y la dieta más saludable desde todo punto de vista
sin lugar a dudas es pensar en la ciudad para que sea configurada de
tal manera, que las personas podamos caminar para realizar la mayor
parte de nuestras actividades.
Y para los que piensan
que el problema de la congestión se resuelve aumentando vías,
convénzanse definitivamente que el aumento de vías tan solo hace que se
incentive en mayor forma el uso del automóvil. Son el equivalente a
tomar una droga que le alivia al paciente momentáneamente los
síntomas, pero al rato, si no cambia los hábitos
que le producen
el mal, los problemas vuelven con más fuerza, y si aumentamos la dosis
empezamos a complicar otros órganos y vienen más complicaciones. El
hacer nuevas vías también podría compararse a realizar una cirugía de
revascularización coronaria, hacer un bypass, que para el caso del
enfermo, se la debería utilizar como último recurso cuando ya no hay
otro solución, el cual no servirá de nada si el paciente no cambio sus
hábitos de vida.
Para el caso de nuestra urbe, todavía estamos a tiempo de cambiar de dieta y el estilo de vida. Les corresponde a las
autoridades
impulsar un plan para reducir el uso irracional del automóvil y seguir
los pasos necesarios para una movilidad sostenible y nos corresponde a
los ciudadanos comenzar a cambiar nuestros hábitos de movilidad. Si no
lo hacemos, podremos aumentar más y más vías que el colapso será
inminente.
http://www.peatones.org/index.php?option=com_content&view=article&id=136:siete-pasos-para-solucionar-el-problema-de-la-movilidad-en-quito&catid=61:articulos-de-interes&Itemid=83
O
como dice Peñalosa. El tratar de solucionar el problema de la
movilidad aumentando vías, es como querer curar la obesidad aflojando
el cinturón.
Diego Hurtado Vásquez
Asociación de Peatones de Quito
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